La fiesta de los basquetbolistas senior continúa en una Mar del Plata deportiva revolucionada por la visita de casi 3.000 jugadores de 29 países. Este miércoles se iniciarán las instancias de eliminación directa, de cara a las finales del domingo
El Mundial de Maxibásquetbol regala cada día decenas de pequeñas historias. Y todas ellas unidas -o no necesariamente- conforman esta gran historia que se vive en Mar del Plata.
Este martes, mientras se desarrollaba la última jornada de la fase de grupos para todas las categorías (se recuerda que van desde +30 a +80 años en ambas ramas), se desarrolló un acto muy emotivo en el actual Palacio de Deportes, exPiso de los Deportes y exCentro de Educación Física N° 1.
Allí, como una especie de legado de este Mundial Fimba, se recuperaron dos tradicionales escenarios del básquetbol: el mítico gimnasio central circular y el gimnasio N° 2. Con la misma e inconfundible fisonomía de otros tiempos pero “aggiornados”, con jirafas más modernas (aunque igual son susceptibles de roturas ante una volcada prodigiosa) y tableros más tecnológicos y visibles, pero siempre con esa mística nacida hace cuatro o cinco décadas atrás, cuando verdaderos próceres del básquetbol nacional e internacional protagonizaron inolvidables batallas con las tribunas, los pasillos y las escaleras desbordados de público.
Una de esas estrellas de otros tiempos estuvo este martes en el Palacio de los Deportes (“un lugar legendario”, según explicaron autoridades de Fimba a los basquetbolistas extranjeros presentes en el acto): acaso uno de los mejores, sino el mejor, tirador de nuestra historia, Carlos Raffaelli. El periodista Marcelo Nogueira actuó como partícipe necesario de la sorpresa, y acompañó a “Chocolate” para ver un partido del Mundial. En realidad, lo que sucedió fue una suerte de homenaje-reconocimiento, durante el cual recibió el aplauso de todos y, como obsequio, la remera oficial del certamen.
A continuación, el director del establecimiento, Abel Martínez, remarcó la importancia de haber recuperado ambos escenarios. Equipados convenientemente, para ser utilizados por el básquetbol marplatense una vez concluido el Mundial.
Como no podía ser de otra manera, el cierre fue con un partido de básquetbol. Exhibición entre dos combinados mixtos de la Fimba, integrados por jugadores/as de diferentes países.
Mientras tanto, la fiesta de los basquetbolistas senior continúa en una Mar del Plata deportiva revolucionada por la visita de casi 3.000 jugadores de 29 países. Este miércoles se iniciarán las instancias de eliminación directa, de cara a las finales del domingo.